ETA (Euskadi Ta Askatasuna, que significa «País Vasco y Libertad» en euskera) fue una organización separatista vasca que buscaba la independencia del País Vasco y Navarra de España y Francia. La organización fue fundada en 1959 bajo el régimen franquista, y comenzó a realizar acciones violentas en la década de 1960.
Los orígenes de ETA se remontan a un grupo de estudiantes vascos que buscaban la independencia del País Vasco y Navarra. En 1952, estos estudiantes crearon el grupo EKIN, que significa «acción» en euskera. En 1959, un grupo de miembros de EKIN se separó y fundó ETA.
Las primeras acciones de ETA fueron principalmente simbólicas, como el robo de armas y la colocación de bombas en edificios gubernamentales. Sin embargo, a medida que el régimen franquista se endureció en la década de 1960, ETA comenzó a realizar acciones violentas contra la policía y el ejército, así como contra civiles que se percibían como colaboradores del régimen.
En 1973, ETA llevó a cabo su primer asesinato, el de Melitón Manzanas, un alto funcionario de la policía franquista. A partir de entonces, ETA se convirtió en una organización cada vez más violenta, realizando ataques con bombas y asesinatos selectivos de políticos, empresarios y miembros de la policía y del ejército.
En 1980, ETA se dividió en dos facciones: ETA político-militar (ETA-pm) y ETA militar (ETA-m). ETA-pm se disolvió en 1984, pero ETA-m continuó realizando acciones violentas durante décadas.
En 2011, ETA anunció un «cese definitivo de la actividad armada», y en 2018 la organización se disolvió oficialmente. Durante sus más de 50 años de existencia, ETA realizó más de 2.000 acciones violentas y causó la muerte de más de 800 personas.
Las consecuencias de la violencia de ETA son duraderas y profundas. Muchas familias y comunidades en el País Vasco y Navarra fueron afectadas por la violencia, y la sociedad española en su conjunto sufrió las consecuencias de los ataques terroristas. La lucha contra ETA también tuvo un costo humano alto para la policía y el ejército, muchos de los cuales perdieron la vida en la lucha contra la organización.
Desentrañando el pasado: El origen de la ETA y su impacto en la historia de España
La organización terrorista ETA (Euskadi Ta Askatasuna) nace en 1959 en el contexto de la dictadura franquista en España. Su objetivo era la independencia del País Vasco y Navarra, territorios que consideraban ocupados por España y Francia.
ETA comenzó realizando acciones de protesta y sabotaje, pero pronto adoptó la vía armada como principal medio de lucha. En sus más de 50 años de existencia, la organización ha llevado a cabo numerosos atentados, asesinatos y secuestros en su lucha por la independencia.
En los años 80 y 90, ETA alcanzó su máximo apogeo, con atentados que conmocionaron a la sociedad española, como el atentado de Hipercor (1987) y el de la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza (1987). En 2011, ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada, aunque no se disolvió.
El impacto de ETA en la historia de España ha sido enorme. La lucha contra el terrorismo se convirtió en una de las principales preocupaciones de los gobiernos españoles durante décadas. La violencia de ETA ha dejado un saldo de más de 800 víctimas mortales y miles de heridos y afectados.
Además, la actividad de ETA ha tenido un impacto en la política española, especialmente en el País Vasco y Navarra. La lucha por la independencia y la existencia de ETA como organización terrorista ha polarizado la sociedad vasca y ha generado tensiones políticas y sociales.
El inicio del terrorismo en España: La historia detrás de los primeros ataques de ETA
ETA, acrónimo de Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad en euskera), es una organización independentista y terrorista fundada en 1959 en el País Vasco español con el objetivo de lograr la independencia del País Vasco y Navarra y crear un estado socialista vasco.
Los primeros ataques de ETA fueron llevados a cabo en la década de 1960 contra objetivos militares y policiales en el País Vasco y Navarra. En 1968, la organización cometió su primer asesinato, el guardia civil José Antonio Pardines Arcay.
En los años 70 la violencia de ETA se intensificó y comenzaron a cometerse atentados indiscriminados contra civiles, incluyendo el asesinato de Luis Carrero Blanco, presidente del gobierno franquista en 1973. Durante la transición a la democracia, ETA continuó su campaña de violencia y asesinó a políticos y empresarios, como el presidente del gobierno vasco, Juan Carlos de Artxaute, en 1980.
En 1983, ETA fue responsable del atentado más mortífero de su historia, en el que murieron 21 personas en un supermercado en Barcelona. La organización continuó atacando objetivos civiles y militares en las décadas siguientes, y en 2011 anunció el cese definitivo de su actividad armada.
El balance de la actividad de ETA es devastador: más de 800 personas asesinadas y miles de heridos y traumatizados por la violencia. Además, la organización ha dejado un legado de dolor y división en la sociedad vasca y española.