Nací en la hermosa ciudad de Salamanca, en España, conocida por su universidad histórica y sus callejuelas llenas de encanto. Desde mi infancia, siempre tuve una insaciable curiosidad. Crecí en una familia en la que los cuentos y las historias de generaciones pasadas eran el pan de cada día. Mis abuelos, con sus relatos llenos de matices y aventuras, fueron los primeros en alimentar mi sed de conocimiento.
Mi adolescencia estuvo marcada por innumerables horas en la biblioteca municipal, donde devoraba todo tipo de libros, desde enciclopedias hasta novelas históricas. Mis amigos solían bromear diciendo que, si alguna vez se organizaba una competencia de trivial, yo sería la campeona indiscutible.
Con el paso del tiempo, mi pasión por lo desconocido me llevó a estudiar Historia en la Universidad de Salamanca. Aquí, mi mundo se expandió aún más. Aprendí sobre civilizaciones perdidas, tradiciones ancestrales y sucesos inexplicables. Esta etapa universitaria también me brindó la oportunidad de viajar, conocer culturas.
Durante un verano, hice un viaje por Europa con unos compañeros de clase. Cada ciudad, cada pueblo que visitábamos, me ofrecía un nuevo misterio, una nueva curiosidad. Desde las catacumbas de París hasta las leyendas de Drácula en Transilvania, mi mochila se llenaba no solo de souvenirs, sino de historias por contar.
Después de graduarme, trabajé por un tiempo en un museo local, donde tuve la oportunidad de compartir mis conocimientos con visitantes de todas las edades. Sin embargo, sentía que algo faltaba. Quería llegar a más personas, quería que mi voz se escuchara en cada rincón del mundo.
Así nació la idea de CuriosaWeb. Comencé como un pequeño blog, donde compartía artículos sobre hechos insólitos, personajes históricos poco conocidos y misterios sin resolver. Para mi sorpresa, la respuesta del público empezó a animarme a seguir con este proyecto. Recibía mensajes de lectores de todas partes, agradeciéndome por mostrarles algunas curiosidades del mundo que pocos conocen.
Mi gato, al igual que yo, es un ser curioso por naturaleza. Con ojos brillantes y siempre atentos, se pasea por la casa como si estuviera descubriendo misterios ocultos en cada rincón. A menudo lo encuentro observando el mundo desde la ventana, como si estuviera sumergiéndose en las páginas de CuriosaWeb, buscando historias y enigmas.
Su pelaje suave y sus ronroneos reconfortantes son un recordatorio constante de las maravillas simples de la vida. Al igual que las historias que comparto, él tiene la capacidad de asombrar y deleitar a todos los que lo conocen.
Hoy, me siento agradecida por cada momento vivido, por cada historia descubierta y por cada lector que ha decidido acompañarme en esta travesía. A veces, en mis momentos de reflexión, vuelvo a aquella niña de Salamanca, con la cabeza llena de sueños y preguntas, y sonrío al pensar en todo lo que hemos logrado juntos.
Así que, ya sea que estés aquí por primera vez o seas un lector fiel, te invito a sumergirte en las páginas de CuriosaWeb. Porque, como me enseñaron mis abuelos, el mundo está lleno de historias esperando ser contadas.
¡Bienvenidos a este viaje de descubrimiento y maravilla! Quiero recorrerlo contigo!