La Historia de Hitler: su vida, ascenso al poder y legado

Adolf Hitler nació en Austria en 1889 y creció en un ambiente familiar disfuncional. Tras fracasar en su intento de entrar a la Academia de Bellas Artes de Viena, se trasladó a Múnich en 1913, donde se interesó rápidamente por la política y se unió al Partido Obrero Alemán, que más tarde se convirtió en el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, o Partido Nazi.

En 1923, Hitler intentó un golpe de estado en Múnich conocido como el «Putsch de Beer Hall», que fracasó y lo llevó a prisión durante nueve meses. Durante su tiempo en prisión, escribió «Mein Kampf», un libro que se convertiría en la base ideológica del nazismo.

Después de su liberación, Hitler se convirtió en líder del Partido Nazi y comenzó su campaña para tomar el poder en Alemania. Utilizó la propaganda y la violencia para ganar seguidores y, En 1933, fue nombrado canciller de Alemania.

Durante su mandato, Hitler impulsó políticas nacionalistas, antisemitas y anti-comunistas, y se aseguró de que todo el poder estuviera concentrado en sus manos. Estableció campos de concentración y utilizó la fuerza para aplastar la disidencia.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en 1939, Hitler lideró a Alemania en una campaña de conquista en Europa. Sin embargo, a medida que la guerra se prolongaba, Alemania comenzó a sufrir derrotas y el régimen nazi se volvió aún más brutal.

En 1945, los aliados lograron derrotar a Alemania y Hitler se suicidó en su búnker en Berlín. Su legado incluye la muerte de millones de personas, incluidos seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto, y la destrucción de gran parte de Europa.

El legado tenebroso de Adolf Hitler: una mirada a la vida y obra del líder nazi más infame de la historia

Adolf Hitler es ampliamente conocido como el líder nazi más infame de la historia. Nació en Austria en 1889 y creció en una familia de clase trabajadora.

Hitler soñaba con ser artista, pero después de ser rechazado por la Academia de Bellas Artes de Viena, se mudó a Alemania y se convirtió en un soldado durante la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra, se unió al Partido Obrero Alemán, que más tarde se convertiría en el Partido Nazi.

En 1933, Hitler fue nombrado canciller de Alemania y consolidó su poder a través de una serie de leyes y políticas que restringieron las libertades civiles y persiguieron a minorías como los judíos y los homosexuales.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler lideró a Alemania en una guerra de conquista que resultó en la muerte de millones de personas, incluyendo seis millones de judíos en el Holocausto.

El legado de Hitler es uno de dolor y sufrimiento. Su régimen nazi fue responsable de algunos de los peores crímenes de la historia y su ideología racista y antisemita ha dejado una cicatriz permanente en la sociedad alemana y en el mundo en general.

Alois Hitler: El padre del hombre más odiado del siglo XX

Alois Hitler nació el 7 de junio de 1837 en Strones, un pequeño pueblo en la región de la Baja Austria. Fue el hijo ilegítimo de María Anna Schicklgruber y su padre biológico nunca fue reconocido. Sin embargo, cuando Alois tenía cinco años, su madre se casó con Johann Georg Hiedler, quien adoptó a Alois y le dio su apellido, aunque se cree que Hiedler era en realidad el tío biológico de Alois.

Alois creció en una familia pobre y trabajó como aprendiz de zapatero antes de unirse al servicio civil a los 18 años. Después de trabajar como funcionario público durante varios años, Alois se mudó a Viena en 1905 y se casó con Klara Pölzl en 1885. Tuvieron seis hijos, pero solo dos sobrevivieron hasta la edad adulta: Adolf Hitler y su hermana Paula.

Alois se retiró del servicio civil en 1903 y se convirtió en un pequeño empresario en la región de Linz, donde hizo negocios en el mercado de bienes raíces y la industria hotelera. Sin embargo, Alois era conocido por su temperamento violento y su comportamiento abusivo hacia su esposa e hijos. En 1907, Alois fue condenado por bigamia después de casarse con su segunda esposa, sin haberse divorciado de su primera esposa. El escándalo le costó su reputación y su negocio fracasó poco después.

Alois murió el 3 de enero de 1903, a los 65 años, de un ataque al corazón. Su hijo, Adolf, tenía entonces 14 años. La relación entre padre e hijo había sido tensa y distante, y algunos historiadores creen que la muerte de Alois fue un alivio para Adolf.